Con esta ensalada de lentejas me he reconciliado con la vida. Es más que perfecta para verano.
No tanto para invierno porque la fruta tropical como el mango no crece naturalmente en España. El clima no es, ni de lejos, el mismo y tomarlo nos puede enfriar el cuerpo más de la cuenta y acabar resfriándonos. Y no queremos eso. Por otra parte, si lleváis una dieta baja en azúcares tampoco sería la más recomendable por el azúcar de la fruta.
Es, en definitiva, una ensalada festiva, para una vez a la semana que te permitas un capricho muy muy sabroso. La idea original es de Ella Woodward, pero la quise versionar añadiendo, entre otras cosas, las lentejas y la sandía. Y creo que incluso Ella se relamería los dedos con lo buena que me salió!
Por cierto, en este punto quiero remarcar la importancia de mezclar los ingredientes con las manos, masajearlos, hacer que se mezclen como si una masa se tratara, chafarlos un poco y mmmm! Nos ensuciamos un poco, pero con un paño o agua al lado lo solucionamos (vale, chuparse los dedos en este caso también está permitido!).
Ingredientes:
- 1 mango, en su punto, cortado a cuadritos
- 1 aguacate, en su punto, cortado a cuadritos
- 1 rodaja de sandía, cortada a cuadritos
- varias hojitas de hierbabuena, cortadas a trozos pequeños
- 3 tomates cherry, cortados por la mitad o a cuadritos para que queden igual que los otros ingredientes
- rúcula al gusto
- lentejas pardinas hervidas 40 minutos, al gusto
- tres cucharadas de aceite de oliva
- un zumo de 1 lima
- sal al gusto
Todo mezclado con las manos y a disfrutaarrrr!